Violencia urbana: análisis crítico y limitaciones del concepto

Hasta el momento no existe una definición de violencia urbana que sea considerada como válida por la comunidad académica. Sin embargo, esto no impide que en las ciencias sociales el concepto se empleé con regularidad. En la mayoría de los casos, las publicaciones científicas lo utilizan de manera...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Saborío Rodríguez, Sebastián
Formato: informe científico
Lenguaje:Spanish / Castilian
Publicado: Universidad de Costa Rica 2019
Materias:
Acceso en línea:http://repositorio.iis.ucr.ac.cr/handle/123456789/341
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Descripción
Sumario:Hasta el momento no existe una definición de violencia urbana que sea considerada como válida por la comunidad académica. Sin embargo, esto no impide que en las ciencias sociales el concepto se empleé con regularidad. En la mayoría de los casos, las publicaciones científicas lo utilizan de manera acrítica como sinónimo de crimen y homicidios. En otros, se proponen definiciones que se limitan a describir las características de la violencia en contextos urbanos específicos y que no pueden ser generalizadas a otras realidades sociales. A través de los resultados de un análisis bibliográfico, el autor explica la importancia de verificar la validez del concepto y expone cuáles son sus principales limitaciones y debilidades. Cuando se refieren a la violencia urbana, las ciencias sociales suelen tomar en consideración principalmente aquellas formas de violencia altamente visibles y que consiguen hacer que una ciudad sea identificada como violenta, disminuyendo la percepción de seguridad de las personas. El principal problema del concepto radica en el hecho de que éste se emplea sobre todo para describir la violencia que ocurre en espacios donde usualmente viven poblaciones socialmente excluidas, las cuales no tienen el poder de incidir en su definición y uso. En consecuencia, el uso acrítico puede consolidar representaciones que estigmatizan y criminalizan a tales poblaciones y los lugares en donde viven; y, a su vez, refuerzan potencialmente los discursos y políticas de seguridad de matriz punitiva y excluyente.