Desigualdades, élites y privilegios en América Latina

“No importa si alguien se vuelve muy rico siempre y cuando se reduzca la pobreza”. “Siempre y cuando tengamos una democracia, todos tienen la misma capacidad para influir en las decisiones”. Frases como estas son comunes de escuchar. Pero ¿son verdaderas? No, es la breve conclusión extraída de una g...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Krozer, Alice
Formato: libro
Lenguaje:Spanish / Castilian
Publicado: Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) 2024
Materias:
Acceso en línea:https://repositorio.iis.ucr.ac.cr/handle123456789/1251
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Descripción
Sumario:“No importa si alguien se vuelve muy rico siempre y cuando se reduzca la pobreza”. “Siempre y cuando tengamos una democracia, todos tienen la misma capacidad para influir en las decisiones”. Frases como estas son comunes de escuchar. Pero ¿son verdaderas? No, es la breve conclusión extraída de una gran cantidad de investigaciones sobre la desigualdad y las élites. En este libro, Alice Krozer y Francisco Robles Rivera nos dan un pequeño vistazo a esa investigación, la cual muestra que la desigualdad está aumentando, y especialmente la desigualdad de la riqueza. Desde 1995, la participación en la riqueza global controlada por el 0,0001 por ciento superior de la población mundial se ha duplicado. Ese pequeño grupo de “súper ricos” solía controlar el 3,2 por ciento de toda la riqueza global, ahora controla el 6,4 por ciento. Al mismo tiempo, la mitad inferior de la población está estancada en alrededor del 2 por ciento de la riqueza total. América Latina siempre ha sido profundamente desigual, pero la desigualdad tanto de la riqueza como del ingreso ha aumentado desde la pandemia de covid-19. Otra característica de la desigualdad en América Latina que Alice y Francisco discuten es que hay poca movilidad social. Eso significa que si nacés pobre, probablemente te quedés pobre, y si nacés rico, seguirás siendo rico. La razón es que no solo existe desigualdad de ingresos y riqueza, sino que también hay desigualdad en cuanto al acceso a la educación, discriminación contra personas de color o antecedentes indígenas, o simplemente divisiones de clase que excluyen a grupos carentes de ciertas características sociales para acceder a empleos bien remunerados u oportunidades comerciales. Así, las sociedades se vuelven segregadas entre diferentes clases. Es mucho más difícil hacer que la democracia funcione en sociedades en donde las personas viven vidas profundamente diferentes y divididas. Cuando unas pocas personas controlan la mayor parte de la riqueza, es más difícil ponerse de acuerdo sobre políticas de distribución, reducción de la pobreza y bienestar. Además, las donaciones de un pequeño grupo de personas ricas influyen en la política a través del financiamiento de campañas y promesas de inversiones. Entonces, ¿cómo abordar la desigualdad? La experiencia de otras partes del mundo muestra que la desigualdad se puede reducir, pero requiere acción en muchos frentes al mismo tiempo: un buen sistema fiscal capaz de redistribuir la riqueza; salarios más altos para las personas trabajadoras con bajos ingresos, inversiones en educación pública y un sistema de bienestar social diseñado para permitir que todos trabajen, ya que se brinda apoyo para el cuidado de la población adulta mayor, niños, niñas y adolescentes, son algunos medios importantes. Sin embargo, aunque la concentración de la riqueza y el dominio de las élites son fenómenos antiguos, las razones por las que ocurren y empeoran cambian con las nuevas tecnologías y la globalización creciente. Por lo tanto, es importante seguir investigando y debatiendo sobre las élites y la desigualdad. Este libro abre una ventana a una literatura en rápido crecimiento sobre esos temas, a la cual Alize Krozer y Francisco Robles Rivera han contribuido mucho.