Soldados como empresarios: los negocios de los militares en Centroamérica /
A partir de 1988 y con el propósito de frenar la hiperinflación y estimular las exportaciones, el Gobierno Sandinista ejecutó una serie de medidas macroeconómicas que incluyeron una drástica disminución de las inversiones públicas con lo que se vio afectado el rubro de Defensa y Seguridad y por ende...
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Fundación Arias para la Paz y el Desarrollo Humano
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| Sumario: | A partir de 1988 y con el propósito de frenar la hiperinflación y estimular las exportaciones, el Gobierno Sandinista ejecutó una serie de medidas macroeconómicas que incluyeron una drástica disminución de las inversiones públicas con lo que se vio afectado el rubro de Defensa y Seguridad y por ende el Ejército Popular Sandinista (EPS). Estas reducciones de personal y presupuestarias se vieron alentadas por un factor político: el proceso de pacificación en el área centroamericana, en especial en Nicaragua, y los resultados electorales nicaragüenses de 1990 que declararon triunfadora a Violeta Barrios de Chamorro. Estos factores llevaron a los militares a montar su propio andamiaje extra presupuestario, primero por la vía de las empresas y en un segundo momento por la vía de inversiones del Instituto de Previsión Social Militar (IPSM). Se muestra el origen jurídico de la previsión militar, el cual ocurre en los días de la transición del Gobierno de los Sandinistas (1979-1990) al de la nueva Presidenta Violeta Barrios en 1990, el 7 de abril de 1990 se firmó el decreto 521 para la Creación y Organización del Instituto de Previsión Social del Ejército Popular Sandinista, sin embargo, dicho decreto jamás entró en vigor durante el período 1990-1994, sino hasta el 11 de diciembre de 1995, fecha en que se publicó en el Diario Oficial el Reglamento Estatutario del Instituto de Previsión Social Militar. Los montos que recibe el IPSM, se conforman por tres vías: 1) las empresas que heredó el ejército como resultado del proceso de transición post-electoral (Piñata) 2) la venta de activos militares y 3) el aporte estatal vía presupuestaria. Los principales beneficiarios del IPSM son los oficiales permanentes, pues, debido a la "alta rotación" de los clases y a que los soldados no cumplen la membresía obligatoria de esta forma, de 1084 efectivos en el Ejécito sólo 400 oficiales permanentes se encuentran afiliados. Se señala que una de las diferencias importantes entre el IPSM y otros regímenes de previsión social, es que el primero está autorizado a manejar empresas y realizar inversiones. Respecto a los controles no existen para el IPSM, sus informes se consideran "secretos de estado". Se enumeran y caracterizan las diversas empresas propiedad del Ejército. Finalmente se señala que para los empresarios civiles la participación de los militares es competencia desleal, pues, las empresas militares no pagan impuestos, tienen prioridad en la agilidad de trámites y utilizan personal militar pagado por el Ejército o sea por el Estado, además no existe control sobre sus actividades. SBR/SBR |
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| Descripción Física: | viii, 185 p. |