Seguridad aprisionada /

Analiza la situación de la seguridad pública en Costa Rica caracterizada por los altos niveles de criminalidad y donde la credibilidad de los aparatos de seguridad son seriamente cuestionados. El problema central es la crisis del sistema de seguridad ciudadana y la falta de preparación jurídica y po...

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Autor principal: Morales Gamboa, Abelardo
Formato: Texto
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Sumario:Analiza la situación de la seguridad pública en Costa Rica caracterizada por los altos niveles de criminalidad y donde la credibilidad de los aparatos de seguridad son seriamente cuestionados. El problema central es la crisis del sistema de seguridad ciudadana y la falta de preparación jurídica y policial frente al crecimiento acelerado del delito. Un ejemplo claro es el incremento de los llamados "chapulinos", que pueden definirse como bandas de jóvenes tanto hombres como mujeres unidos para cometer actos delictos, llegando incluso al asesinato. Un aspecto importante es que no se han quedado solamente en San José sino que se han desplazado a diferentes provincias como Alajuela, Heredia y Cartago. Dentro de las raíces del problema se citan: la economía y los aspectos sociales, además de factores psicosociales provocados por el consumo de drogas, el abandono y la violencia familiar. Otro de los síntomas de la degradación social que ha sufrido Costa Rica se manifiesta en los constantes asaltos bancarios, en los que entra en juego un factor importante: la mayoría de estos asaltos fueron realizados por verdaderos profesionales del pillaje y extranjeros, los cuales asesinaban, robaban y luego salían del país tranquilamente, gracias a la confianza de algunas personas. Todo lo anterior demuestra que es urgente un cambio en el manejo de la seguridad ciudadana, tanto en su concepción como en los mecanismos operativos e instrumentos judiciales y policiales es necesario capacitar y perfeccionar a los cuerpos policiales, pero no en el campo represivo, sino una preparación que garantice al ciudadano la seguridad de estar en su casa, en las calles o en cualquier otro sitio. Por otra parte, se debe elimininar la impunidad de hecho que la población delictiva disfruta, en gran parte gracias al funcionamiento de mecanismos judiciales poco severos. La seguridad pública como sistema se ha estancado, mientras que la delincuencia se ha especializado, de allí los graves problemas y la inseguridad social que vive el ciudadano. OB/MR