De la guerra creada a la guerra real: las políticas norteamericanas sobre la droga en América Latina /

Ahonda en la política empleada durante las administraciones de Reagan y Bush en contra de las drogas se plantea la pregunta de si en realidad dicha política trata realmente de controlar el problema o si, en la base en dicha política, se encuentra más bien el interés encubierto de alcanzar otros obje...

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Autor principal: Alvarez, Ana Josefina
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Sumario:Ahonda en la política empleada durante las administraciones de Reagan y Bush en contra de las drogas se plantea la pregunta de si en realidad dicha política trata realmente de controlar el problema o si, en la base en dicha política, se encuentra más bien el interés encubierto de alcanzar otros objetivos? Tal parece que existe una gran diferencia entre lo que se dice, lo que se quiere lograr con estas políticas y lo que verdaderamente se logra. Analiza el caso Irán-Contras investigadores, académicos y fuentes periodísiticas norteamericanas han detacado la participación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en la mismas se indica que la Agencia ha sido aliada directa de importantes narcotraficantes de la región, bajo la condición de que éstos financien la compra de armas o suministren las mismas a la Contra nicaragüense, en momentos en que los presupuestos oficiales estaban bajo el control del Congreso. William Casey, Director de la CIA, daba a los mercenarios armas compradas en Europa Oriental, a la vez que importaba drogas para Estados Unidos la CIA protegía a los narcotraficantes, siempre y cuando éstos financiaran a los Contras. Otro caso interesante de analizar es la invasión a Panamá, realizada en diciembre de 1989 la causa de ésta fue el derrocamiento de Manuel Antonio Noriega por supuesta vinculación con el narcotráfico este fue un caso fehaciente de distorsión de la información, de incongruencias entre los fines manifiestos y los reales. Por otra parte, manejaron la información de tal forma que hicieron de Noriega un demonio, con el fin de que se diera un consenso a favor de la invasión. Las cosas para Noriega cambiaron drásticamente a partir de 1986, cuando decide dejar de ser un aliado de Estados Unidos, de la DEA y de la CIA decide dar su apoyo al Grupo de Contadora en el proyecto de pacificación regional y entra en controversia con los sectores empresariales e industriales para colmo, cada vez se tornaba más populista e independiente, lo cual atentaba contra los intereses de Estados Unidos. En síntesis, los fines reales de la invasión fueron los económicos, mucho más que una guerra contra el narcotráfico se acercaba la hora de la devolución del Canal de Panamá y ante el rechazo de esta idea crearon el demonio de Manuel Antonio Noriega. OB/ALJ