Guatemala: consulta popular /

Se analizan las elecciones del 30 de enero de 1994 en Guatemala, según datos dados a conocer por el Tribunal Supremo de Elecciones, el abstencionismo alcanzó el 84.13 por ciento, calculado sobre un total de electores de 3.439,331, o sea que solo acudieron a las urnas electorales 545,894 electores, d...

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Autor principal: Cano del Cid, Elfidio
Formato: Texto
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Sumario:Se analizan las elecciones del 30 de enero de 1994 en Guatemala, según datos dados a conocer por el Tribunal Supremo de Elecciones, el abstencionismo alcanzó el 84.13 por ciento, calculado sobre un total de electores de 3.439,331, o sea que solo acudieron a las urnas electorales 545,894 electores, de los cuales 370,044 (67,8 por ciento) apoyaron las reformas constitucionales, que eran en sí el significado mismo de las elecciones en realidad era una consulta popular con el fin de realizar cambios importantes en la Constitución de la República. La importancia de estas elecciones estuvo precisamente en que por primera vez en Guatemala, país marcado por la violencia, el militarismo y la imposición, se dio la oportunidad al pueblo de opinar, de aprobar o rechazar las enmiendas a la constituyente. Pero, la consulta no sólo llegó tarde, sino que estuvo rodeada de una serie de hechos que motivaron el recelo, la desconfianza, el descontento y finalmente la indiferencia por parte de la ciudadanía. Los ciudadanos comunes sólo querían la renuncia de los diputados y magistrados, pero la tardanza en la concreción de la diputación, hizo que creciera la intranquilidad popular. Mientras tanto, los diputados y los grupos del poder económico aprovecharon la oportunidad para impulsar un paquete de reformas constitucionales que la ciudadanía desde luego no había pedido y que la mayoría no comprendía en su esencia por lo que el ciudadano común optó por la abstención. Con dicho acto, la clase política guatemalteca que busca la "democratización", solo consiguió perder la confianza del pueblo debido a la corrupción con la cual manejan los asuntos políticos y esto se reflejó en las urnas. En realidad las reformas fueron un pacto de cúpulas sin la participación de la sociedad civil, de allí que organizaciones sindicales y populares hicieron el llamado al "no", como forma de hacer sentir el descontento por la manera en que se manejaban los asuntos políticos. Estos hechos hacen que el futuro de Guatemala no sea nada halagüeño y que crezca las diferencias y los problemas de esa nación. OB/hmbq