Militares y democracia en Centroamérica

Se analiza la situación de las fuerzas armadas en Centroamérica, indicando que el panorama internacional ha variado profundamente, concluyó la guerra fría y la mayoría de los países de la región viven en paz y bajo sistemas políticos democráticos, de manera que es necesario replantearse el papel de...

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Sumario:Se analiza la situación de las fuerzas armadas en Centroamérica, indicando que el panorama internacional ha variado profundamente, concluyó la guerra fría y la mayoría de los países de la región viven en paz y bajo sistemas políticos democráticos, de manera que es necesario replantearse el papel de los militares en la sociedad y la urgencia de disminuir los recursos para la guerra y reorientarlos a aspectos más urgentes desde el punto de vista humano. La desmilitarización es un proceso que comenzó desde 1987 con la firma de paz de Esquipulas, donde se acordó la reducción de las fuerzas armadas de los diferentes países firmantes. Oscar Arias afirmó que "Centroamérica presenta una situación de pobreza frente a la opulencia de los ejércitos", lo que obliga a una reducción en el gasto militar y destinar esos recursos al desarrollo humano. La desmovilización de las fuerzas irregulares en cada país no va a solucionar ningún problema, por el contrario, éstos se pueden agravar, la inestabilidad social puede incrementarse y la economía debe soportar la recarga que significan la reinserción de los ex-combatientes. Para el año 1989, el Ejercito Sandinista en Nicaragua dedicaba 104, 3 dólares al gasto militar por cada mil producidos en el país, para el año 1993 se redujo a 24,5 dólares por cada mil, con ello se ubicó por debajo del promedio latinoamericano, que de manera global alcanza el 32,2 por cada mil dólares. Mientras tanto, el jefe de las fuerzas armadas hondureñas Lázaro Avila señaló que las medidas económicas aplicadas por el gobierno de Callejas afectaron el presupuesto militar y obligaron a "verdaderas medidas de austeridad", de allí que se hayan tenido que disolver algunas unidades y reducir los gastos en adiestramiento, situación que se repite en los demás países de la región y que obedece al contexto internacional, donde los ejércitos ya no son tan importantes para la conservación de la paz. OB/MR