Sociedad y persona adulta mayor: significados para percibir bienestar subjetivo /
Con la caída del capitalismo burocrático y la demolición del Muro de Berlín, la burguesía intelectual del Primer Mundo y la pequeña burguesía periférica corrían a celebrar su estrenada eternización. La racionalidad burguesa, a falta de un supuesto rival político, se convirtió metomínicamente en la r...
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Sumario: | Con la caída del capitalismo burocrático y la demolición del Muro de Berlín, la burguesía intelectual del Primer Mundo y la pequeña burguesía periférica corrían a celebrar su estrenada eternización. La racionalidad burguesa, a falta de un supuesto rival político, se convirtió metomínicamente en la razón por excelencia. La ciencia, la tecnología y el conocimiento, en la versión burguesa, se satanizaron y con ello, todo lo racional. Se confundió de hecho, la racionalidad burguesa con la facultad de razonar que define al ser humano. Sin embargo, a partir de los años 70 del siglo pasado, la Edad de Oro del capitalismo se desvaneció en el aire. Inflación, desempleo, violencia, bajo crecimiento económico, fueron parte del diagnóstico de una enfermedad terminal. Hoy, a inicios del siglo XXI, ya dio síntomas de una crisis sistémica. Sus órganos económicos ya no metabolizan el circuito de circulación-reproducción del capital y su sistema político se ha vuelto autoinmune. A lo único que ha atinado este agonizante sistema, es a pregonar que el marxismo está muerto, porque el capital mismo sabe que sus enfermizas y decadentes condiciones, son la energía que alimenta la superación del capitalismo propuesta por Marx. Por ello, se hace fundamental, en el contexto latinoamericano, comprender los verdaderos alcances del marxismo, los cuales se han tergiversado o, se han cambiado por una serie de clichés anti-marxistas. Este artículo es producto de la reacción contra la publicación hecha por Hernán Fair, quien arremete contra el marxismo desde una perspectiva que reproduce algunos estereotipos del período de la Guerra Fría. Asimismo, se critica la argumentación de Fair como contradictoria y ligada a los intereses del actual neoliberalismo. También se hace una crítica de las tendencias posmodernas y postestructuralistas, que nublan la visión sobre el verdadero compromiso de los intelectuales latinoamericanos y que implican asumir autores como Lacan o Derrrida de manera poco reflexiva. |
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