Reforma del Estado: tendencias e implicaciones en la Administración Pública /
Los autores parten de las siguientes consideraciones: 1°. La participación ciudadana en la toma de decisiones que conducen a la satisfacción de sus necesidades básicas, ameritan una revisión que permita encontrar los canales comunicantes entre la sociedad civil y la política, para así establecer los...
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| Sumario: | Los autores parten de las siguientes consideraciones: 1°. La participación ciudadana en la toma de decisiones que conducen a la satisfacción de sus necesidades básicas, ameritan una revisión que permita encontrar los canales comunicantes entre la sociedad civil y la política, para así establecer los puntos de referencia -y de contacto a la vez- entre el quehacer y los intereses de uno y otro sector que conlleven a la generación de respuestas estatales con un carácter globalizador y, 2°. Así, cualesquiera que sean las consideraciones críticas que den cabida a un debate que intente dilucidar las implicaciones de la democracia en la administración pública, el papel de las instituciones de la administración pública y la capacidad de los recursos humanos que en ella laboran, así como de las vías explícitas que le dan sentido con hechos precisos a las demandas de las sociedades nacionales, pasan por el lente de la dinámica histórica. A partir de las anteriores reflexiones, los autores exponen una serie de ideas que tratan de promover un debate cuyo fin es orientar la discusión de los diversos caminos que los procesos de reforma del Estado, democratización política -administrativa y modernización de la administración pública- han iniciado en la región, a la luz del quehacer del aparato del Estado. En el artículo se concluye que puede afirmarse que la reforma del Estado es el más audaz proyecto de modernización de la sociedad que los sistemas y procesos de democratización política-administrativa de los países en desarrollo puedan haberse propuesto, especialmente considerando el marco de crisis que agobia a la sociedad latinoamericana y del violento proceso de transformaciones mundiales que se viven. Por tanto, el proceso de reforma del Estado debe verse como un proceso político de adaptación de objetivos y criterios administrativos, a las nuevas condiciones que se imponen a la organización pública: la reforma del Estado es principalmente un proceso de redistribución horizontal y vertical del poder. MB/ALJ |
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