Nicaragua: el contexto político del ajuste económico /
Con las elecciones del 25 de febrero de 1990 en Nicaragua, asumió el poder una coalación muy heterogénea, la cual lo que tenía en común es el ser antisandinista. Entre los objetivos de este nuevo gobierno se percibía la idea de acabar con lo que aún quedaba del proceso revolucionario sandinista y co...
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| Sumario: | Con las elecciones del 25 de febrero de 1990 en Nicaragua, asumió el poder una coalación muy heterogénea, la cual lo que tenía en común es el ser antisandinista. Entre los objetivos de este nuevo gobierno se percibía la idea de acabar con lo que aún quedaba del proceso revolucionario sandinista y continuar con la aplicación de las políticas de ajuste estructural, las cuales se venían aplicando desde el año 1988. A su vez se indica que el sandinismo, cuando se dio cuenta del resultado de las elecciones, se embarcó en una intensa actividad legislativa tratanto de hacer en dos meses lo que no había hecho durante 11 años. Luego se analiza el papel del sandinismo como oposición, se agrega que luego de un largo gobierno el sandinismo no encuentra la estrategia idónea para enfrentarse a la situación se dice que deberá de aplicar el desgaste y la neutralización política de sus tendencias revolucionarias. Seguidamente se señala que la desmovilización de la Resistencia Nicaragüense (RN), ha sido un proceso que ha transcurrido de manera muy lenta, en buena parte por la renuencia de la dirigencia contrarrevolucionaria. Finalmente se analiza aspectos políticos: se menciona que algunos dirigentes políticos de la contra han anticipado su idea de construir un partido político, tomando en cuenta incluso a ex sandinistas desengañados. Por otra parte, se mencionan los problemas entre los grupos dirigentes donde unos acusan a otros de haber abandonao la lucha y de haberlos traicionado al negociar con el sandinismo, de haber entregado a las familias tradicionalmente dominantes en Nicaragua. De los grupos de desmovilizados se compara las situaciones y se indica que los contras contarán con tierras, crédito y demás facilitades de la oficialidad mientras que los desmovilizados sandinistas deberán hacerle frente a una economía en crisis y a políticas restrictivas que ofrecen escasas posibilidades de resinserción productiva. OB/ALJ |
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