El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos /

El autor reflexiona, en los umbrales del próximo milenio, sobre los avances técnicos, pero comenta que a la vez una gran parte de la humanidad retrocede a los tiempos de las cavernas en materia de derechos humanos, el impulso autodestructivo propicia horripilantes ejemplos de genocidio despiadado e...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Campos Mohr, Mario
Formato: Texto
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Descripción
Sumario:El autor reflexiona, en los umbrales del próximo milenio, sobre los avances técnicos, pero comenta que a la vez una gran parte de la humanidad retrocede a los tiempos de las cavernas en materia de derechos humanos, el impulso autodestructivo propicia horripilantes ejemplos de genocidio despiadado e inmisericorde en nombre de la tribu, del estado o de Dios. Las atrocidades de que somos testigos impotentes diariamente por la televisión y los otros medios de comunicación de masas, son evidencia palpable, no obstante la cantidad de documentos aprobados por las Naciones Unidas, la OEA y otros organismos multinacionales destinados a proteger los derechos de las mayorías, muchos de éstos lo que han hecho es acrecentar las montañas de tinta y papel plagadas de buenas intenciones y nada más, cuando se trata de hacer valer los derechos inalienables de los seres humanos en cualquier región de la tierra. Posteriormente el autor se refiere a la elección de 1993 del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la mención a este trascendental asunto del Lic. Fernando Volio Jiménez, quien inició la lucha para la creación del Alto Comisionado. En el artículo, el autor se refiere a este tema, a un artículo en el periódico La República del 17 de enero de 1994 y a Costa Rica en asunto de derechos humanos. HB/HMBQ