Privatización: una oportunidad /

Reflexiona sobre el tema de la privatización, mencionando que ésta es la reversión de la política que alguna vez se llamó "nacionalización" de los servicios públicos, cuando muchos de ellos estaban en manos de inversionistas extranjeros. La nacionalización se presentó como patriotismo a nu...

Descripción completa

Guardado en:
Detalles Bibliográficos
Autor principal: Bendfeldt, Juan F.
Formato: Texto
Materias:
Etiquetas: Agregar Etiqueta
Sin Etiquetas, Sea el primero en etiquetar este registro!
Descripción
Sumario:Reflexiona sobre el tema de la privatización, mencionando que ésta es la reversión de la política que alguna vez se llamó "nacionalización" de los servicios públicos, cuando muchos de ellos estaban en manos de inversionistas extranjeros. La nacionalización se presentó como patriotismo a nuestros incautos pueblos, en lugar de llamar a las cosas por su nombre: estatización o, burocratización del mercado. Si a ésto se le suman las ideas de la CEPAL, tales como el fomento de la industrialización forzada por el Estado, para romper las estructuras y el fomento a la expansión del sector público provocado por los varios programas de ayuda internacional, tenemos la figura completa que describe el único estado megalómano de Latinoamérica. El autor afirma que la mayoría de los países latinoamericanos aún no se han librado de la retórica que confunde la independencia de España y Portugal, con la libertad y luchan por mantener un sistema económico anacrónico, con sus mecanismos claramente mercantilistas de control social, al mismo tiempo que procuran poner en marcha un sistema político que sea liberal, constitucional republicano, democrático y de poder limitado. La realidad es que nunca han experimentado el progreso del crecimiento económico que habría ocurrido si hubiera sido verdaderamente libre, tanto política como económicamente. Los bienes del Estado son la nación y la nación somo todos, no solamente el reducido número de políticos y funcionarios estatales que han usufructado el poder político, además, sin voluntad política entre la población ningún esfuerzo será efectivo y perdurable. Para concluir señala que solamente la imaginación puede ponerle límite a las posibilidades de beneficios de una política de privatización de los activos nacionales que han estado en manos del aparato estatal, que no deben limitarse a lo que se halla operando como unidades de producción y control económico. La privatización lograría resolver no sólo el problema fiscal de estado agotado sino también la eliminación de barreras y obstáculos que han impedido el progreso y la incorporación de las economías al mercado mundial. HB/MR