Las luchas de las obreras urbanas en Costa Rica, 1900-1930 /

Ahonda en las luchas urbanas en la Costa Rica de principios del siglo XX, abarcando las primeras tres décadas. Se trata de rescatar la experiencia histórica de un sector social tradicionalmente ignorado, pero no se le considera desde un punto de vista aislado, sino dentro del contexto de los trabaja...

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Autor principal: Mora Carvajal, Virginia María
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Sumario:Ahonda en las luchas urbanas en la Costa Rica de principios del siglo XX, abarcando las primeras tres décadas. Se trata de rescatar la experiencia histórica de un sector social tradicionalmente ignorado, pero no se le considera desde un punto de vista aislado, sino dentro del contexto de los trabajadores urbanos en general, buscando reinvidicar el lugar que ocupó la mujer costarricense, en este caso, en su condición de obrera dentro del desarrollo histórico del país. Indica que la condición socialmente aceptada de la mujer como un ser inferior y subordinado permitía un mayor control y explotación de la fuerza de trabajo femenina por parte del patrono, además que esta mano de obra se caracterizaba por la falta de calificación, aspecto vinculado estrechamente con las posibilidades de acceso a la educación de este sector social en consecuencia la escasez de trabajo para la mujer es uno de los elementos que explican la concentración de ésta en los llamados oficios femeninos, donde se daba la remuneración diferencial por sexo, las malas condiciones de trabajo y el alarmante aumento de la prostitución. En términos generales, se cuestiona la visión tradicional en donde se ve a la mujer como un ente pasivo dentro del desarrollo histórico de la sociedad costarricense, la realidad fue que el papel de la mujer ha sido activo y protagónico, lo cual queda demostrado con la participación de las mujeres en el primer congreso Obrero Centroamericano celebrado en el año de 1911, donde la mujer tuvo un nivel de participación importante en la preparación de dicho congreso, en las celebraciones del 1° de mayo y en las huelgas de 1920. Se concluye indicando que la mujer, aun en la narración de los hechos históricos, ha sido relegada a un segundo plano, a pesar de que en muchos casos ocupó un lugar preponderante. OBB/hmbq