Planificación económica y control democrático del mercado /

Si los problemas de la sobrevivencia y el desarrollo de la humanidad se definieran única o básicamente en términos del cumplimiento de preferencias y elecciones individuales, no habría de seguro necesidad de cuestionarlas, no al menos de manera radical. Con todo, más que un problema de elección se t...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Mora Jiménez, Henry
Otros Autores: Hinkelammert, Franz
Formato: Texto
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Descripción
Sumario:Si los problemas de la sobrevivencia y el desarrollo de la humanidad se definieran única o básicamente en términos del cumplimiento de preferencias y elecciones individuales, no habría de seguro necesidad de cuestionarlas, no al menos de manera radical. Con todo, más que un problema de elección se trata de un problema de discernimiento. Siendo el ser humano un ser natural, capaz de realizar un proyecto de vida solo a partir de la satisfacción de sus necesidades, el cuestionamiento de cualquier sistema de relaciones de producción que excluya esta satisfacción y desarrollo de las necesidades, es una exigencia y no un mero prejuicio político o ideológico. Para esto no hace falta saber cómo el ser humano puede llegar a ser feliz;basta con que no puede serlo sin realizar su proy6ecto de vida. Asimismo, se sabe que la orientación primaria de la elección de los fines por las preferencias, hace infelices, e incluso aniquila sistemáticamente a millones de seres humanos. El cuestionamiento de las relaciones capitalistas de producción, entonces surge a partir de su tendencia inherente a los desiquilibrios y la irracionalidad económica y no desde algún prejuicio ideológico o político. En este contexto, la planificación económica se presenta como necesaria en la medida en que se requiera asegurar una autonomía humana de decisión con respecto a la distribución del ingreso, el acceso al empleo y la protección del medio ambiente. A partir de la constatación de este hecho, la planificación no sustituye a las relaciones mercantiles sino que cumple la función de garantizar una tendencia al equilibrio sobre la base de las relaciones mercantiles, lo que ningún automatismo del mercado puede garantizar. Se propone un principio de delimitación entre la planificación y la autonomía de las empresas, principio ampliable a la delimitación entre el Estado y las actividades de los grupos autónomos y de los mismo sujetos en general.
ISSN:14093928