Democracia y ciudadanía en el movimiento lopezobradorista /
El presente trabajo parte de la hipótesis de que categorías del pensamiento liberal como democracia y ciudadanía tienen una existencia precaria en el orden capitalista actual. El supuesto del que se parte es que la economía del mercado prevaleciente en el neoliberalismo deteriora la calidad de la de...
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| Sumario: | El presente trabajo parte de la hipótesis de que categorías del pensamiento liberal como democracia y ciudadanía tienen una existencia precaria en el orden capitalista actual. El supuesto del que se parte es que la economía del mercado prevaleciente en el neoliberalismo deteriora la calidad de la democracia, así como también se postula que el sustento de la democracia liberal y representativa, la ciudadanía, también se ve deteriorada por las desigualdades que pronuncia el mercado. Por otro lado, el planteamiento ideológico neoliberal ha postulado que la sociedad está siendo amenazada por el resurgimiento de "populismos radicales o revolucionarios". Por tales asumen movimientos políticos que después se convierten en gobiernos, en los cuales existen fuertes tendencias autoritarias, uso irresponsable y clientelista de dinero del estado, descuido de la base productiva de la nación y una apelación demagógica a los sectores populares. Lo que resulta paradójico del pensamiento liberal, ya que su implantación y su práctica cotidiana ha destruido las libertades y democracia que tanto pregona, así como ha desciudadanizado a miles de sectores de la población. Por lo que también se postula que en el contexto de las promesas no cumplidas por el neoliberalismo, han surgido en diversos países de Latinoamérica movimientos políticos que son la síntesis de los diversos movimientos sociales, generados por los agravios provocados por la acumulación flexible desde mediados de los años setenta del siglo XX. Para el caso de México, el movimiento lopezobradorista como movimiento político no se ha restringido a a los partidos políticos y a la lucha electoral, sino que ha desplegado una nueva forma de movimiento, aquellas que combina lo político y lo social. Otra paradoja surge. Dichos movimientos político-sociales, más que la encarnación de lo autoritario, representan una oportunidad de reivindicar desde abajo y desde la izquierda las promesas liberales que el neoliberalismo se ve imposibilitado de cumplir. |
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