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El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), se enfrenta al gran reto de la pacificación, y no parece que les vaya a ser fácil cambiar sus estructuras internas en nuevos planteamientos con miras a ganarse la confianza de las mayorías en un proceso electoral. Sin embargo los principa...
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Sumario: | El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), se enfrenta al gran reto de la pacificación, y no parece que les vaya a ser fácil cambiar sus estructuras internas en nuevos planteamientos con miras a ganarse la confianza de las mayorías en un proceso electoral. Sin embargo los principales dirigentes de este movimiento, en tanto acaparan toda la atención con la negociación del proceso de pacificación, enfrentan un acelerado proceso de renovación en el interior de sus organizaciones. Lo más destacado ha sido una asamblea del Ejército Revolucionario del Pueblo, que reunió a 150 activistas y en donde se declaró finalizada la guerra popular y en la que se pronunciaron por un socialismo democrático. Por su parte, las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), una de las organizaciones con más fuerza militar, anunciaron su esfuerzo político interno para readecuar su partido a la nueva situación. Leonel González, máximo representante de las FPL, declaró el 1° de abril que las diferentes organizaciones del FMLN se unirán para conformar un solo partido. Diferentes acciones se pueden esperar en este laberinto preelectoral un ejemplo es la decisión de la Coalición Convergencia Democrática, única organización de izquierda que cuenta con una plataforma electoral, de abandonar el partido socialdemócrata Movimiento Nacional Revolucionario, que lideró Guillermo Ungo, acusando a otros miembros de estar coquetenado con la Democracia Cristiana, con vistas a una alianza electoral. Actualmente las polémicas entre el gobierno y la guerrilla, no parecen girar en torno a los contenidos del plan de paz, sino sobre el control de los recursos y la participación de las organizaciones de izquierda en su ejecución. La izquierda salvadoreña se concentra en disputar el poder a corto plazo, más que en la definición de un proyecto nacional que sea capaz no sólo de arrastrar votantes, sino ante todo de aclarar a los guerrilleros cuáles serán sus espacios, una vez terminada la guerra. OB/ALJ |
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Notas: | Colección Centroamérica |