Educación: un derecho que se deteriora /

En Costa Rica miles de niños no entran a clases entre otras razones por no tener dinero, o por vivir en lugares en donde no existen escuelas o colegios a esta limitante es necesario agregar el numeroso grupo de las personas que ingresan a las cursos lectivos pero no los finalizan, esto posteriormen...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Vargas Mora, William
Formato: Texto
Lenguaje:Spanish
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Descripción
Sumario:En Costa Rica miles de niños no entran a clases entre otras razones por no tener dinero, o por vivir en lugares en donde no existen escuelas o colegios a esta limitante es necesario agregar el numeroso grupo de las personas que ingresan a las cursos lectivos pero no los finalizan, esto posteriormente los dejara en desventaja para enfrentarse al mundo y al mercado de trabajo. La educación, que hasta hace un tiempo ocupara tan elevados puestos en la conciencia y en los planes de los anteriores gobiernos, se ha visto relegada a un segundo y hasta tercer plano en los últimos tiempos. Esto se nota de forma clara cuando se analizan los fondos destinados a la educación, los que se han reducido con el pasar de los años: el 98,3 por ciento del presupuesto se destina al pago de maestros y profesores y a la construcción de viviendas para los maestros de zonas rurales. Se señala que en 1993, más de 100 mil niños no pudieron ingresar a la escuela, debido a que sus padres los necesitaban para que trabajasen a ello se agrega los elevados precios de los uniformes, cuadernos, libros y demás implementos los cuales se incrementaron en un 240 por ciento entre 1991 y 1993. Ante el problema de la escasez de aulas y de maestros la Viceministra de Educación indicó que la solución sería un préstamo de 61 millones de dólares por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Por otra parte se indica que los niveles de deserción en los centros educativos son alarmantes y se da como principal razón la incorporación de los estudiantes a la estrategia de sobrevivencia de sus familias se indica que el 30 por ciento de los estudiantes de centros nocturnos concluyen sus estudios en promedio un alumno de primaria tarda 7,6 años en terminar sus seis años de escuela y los colegiales tardan más de seis años en acabar con los cinco años de secundaria. Los estudiantes de las universidades ven frustrados sus planes de superación al no contar con recursos económicos para concluir sus carreras. OB/ALJ
Notas:Colección Centroamérica