Todas somos madres, aunque nunca hayamos parido /

La autora reflexiona sobre el condicionamiento que se le hace a las mujeres por parte de la sociedad para que desde su nacimiento estén listas para ser madres. Según la autora, esto se debe al patriarcado, el cual es un sistema familiar, social, ideológico y político en que el padre detenta el poder...

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Autor principal: Camacho Granados, Rosalía
Formato: Texto
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Sumario:La autora reflexiona sobre el condicionamiento que se le hace a las mujeres por parte de la sociedad para que desde su nacimiento estén listas para ser madres. Según la autora, esto se debe al patriarcado, el cual es un sistema familiar, social, ideológico y político en que el padre detenta el poder como símbolo del dominio masculino sobre el grupo, casta o clase compuesta por mujeres, las cuales se encuentran oprimidas y subordinadas al grupo, casta o clase compuesto por los hombres. La autora continua ampliando este análisis hasta concluir que la maternidad se encierra en un círculo: 1. las niñas aprenden de sus madres (secundadas por otros miembros de la familia, la iglesia, la escuela, los medios de comunicación, etc,) que las niñas nacen como futuras madres. 2- Las niñas aprenden claramente que una de las metas fundamentales en su vida será convertirse en madre: hecho biológico que dará sentido a su vida. Al mismo tiempo, han aprendido que la maternidad supone la vida en familia y la vida en pareja. El aprendizaje de la maternidad está tan interiorizado por la mujeres, que aún aquellas que no logran convertirse en madres biológicas, se comportan como madres en otros ámbitos de su existencia. La sociedad refuerza la creencia de que la reproducción biológica es un privilegio supremo natural de las mujeres, al mismo tiempo que devalúa todas las actividades desarrolladas alrededor de la maternidad. Las mujeres se convierten así en esclavas del matriarcado, dentro del cual el poder reside en los hombres varones, quienes serán reproducidos y cuidados por las diferentes mujeres madres, tanto en la vida pública y privada. La maternidad se convierte en una de las instituciones fundamentales del matriarcado. Las niñas que al principio jugaban con muñecas, habrán cumplido con su papel de reproductoras y se encontrarán transmitiendo el mismo mensaje a otras niñas, futuras madres. HB/ALJ