¿Qué estrategia de desarrollo debe adoptar América Latina? /

Los años que van de 1950 a 1980, significaron una importante fase de desarrollo para los países de América Latina, por ello se dice que el estudio de esas causas y factores puede brindar lecciones importantes para el futuro. Durante ese período de crecimiento el papel del Estado fue primordial en el...

Descripción completa

Guardado en:
Detalles Bibliográficos
Autor principal: Teitel, Simón
Formato: Texto
Materias:
Etiquetas: Agregar Etiqueta
Sin Etiquetas, Sea el primero en etiquetar este registro!
Descripción
Sumario:Los años que van de 1950 a 1980, significaron una importante fase de desarrollo para los países de América Latina, por ello se dice que el estudio de esas causas y factores puede brindar lecciones importantes para el futuro. Durante ese período de crecimiento el papel del Estado fue primordial en el otorgamiento de incentivos para la industrialización, lo que a su vez promovió la inversión nacional y la extranjera directa, con ello se dio a su vez un mayor nivel de empleo y una creciente urbanización. El Estado a su vez jugó un rol importante en la formación de recursos de capital humano. Se aclara que el proceso presentó deficiencias debido a la protección prolongada y excesiva, pero en parte sentó las bases para el éxito actual en la exportación de manufacturas. Ese crecimiento económico fue manejado por el Estado, cuya intervención tuvo un carácter social y se orientó a mitigar los efectos adversos de una distribución del ingreso en general dispareja. Por ello ese período se caracteriza por mejoras significativas en aspectos sociales como la esperanza de vida, salud, alimentación, alfabetismo, urbanización, entre otros la intervención estatal, si bien es cierto pudo ser excesiva, no fue equivocada y se acompañó de programas sociales que favorecieron a los pobres y a los trabajadores. Se agrega que en la actualidad una estrategia de crecimiento económico exige que los gobiernos latinoamericanos adopten iniciativas vigorosas y urgentes en aspectos relacionados con la deuda externa, donde se mejoren las condiciones de pago de capital, establecer programas de inversión a largo plazo que operen como conducto para un mayor comercio internacional y reformular y mejorar los servicios del Estado, incluída la formación de cuadros de funcionarios profesionales de mayor calidad. Lo óptimo es que el Estado opere con menores costos que en el pasado. Este esfuerzo de los gobiernos y no la sola demanda de privatizaciones y de un menor papel del Estado, es uno de los elementos claves que falta en el pensamiento actual sobre el desarrollo latinoamericano. OB/LOB