El Terremoto de 1986 en San Salvador: análisis de la respuesta /

El artículo muestra un registro preciso de las medidas de respuesta por parte del Gobierno y de la participación y posiciones de diversos actores sociales. Ante el terremoto 1986 las reacciones estatales fueron múltiples y de naturaleza jurídica e institucional, algunas de las acciones más important...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Moisa, Ana María
Otros Autores: Romano Martínez, Luis Ernesto
Formato: Texto
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Sumario:El artículo muestra un registro preciso de las medidas de respuesta por parte del Gobierno y de la participación y posiciones de diversos actores sociales. Ante el terremoto 1986 las reacciones estatales fueron múltiples y de naturaleza jurídica e institucional, algunas de las acciones más importantes fueron decretos ejecutivos y leyes, así como la movilización de recursos estatales. En la respuesta de la sociedad civil, se pueden identificar varios actores: las universidades, mostrándose la posición de dos de las universidades más antiguas, la ECA y la UCA, que propusieron una estrategia de reconstrucción nacional y suspender la guerra entre el Gobierno y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FSLN). Por su parte, el sector laboral por medio de la Unión Nacional de los Trabajadores Salvadoreños (UNTS), el Sindicato de Trabajadores del Instituto Salvadoreño de Seguro Social (STISSS) y la Unidad Nacional Obrero Campesina, se pronunció respecto a la ineficacia del Gobierno para distribuir la ayuda recibida. Las instituciones de servicio fueron las que tuvieron mayor capacidad de responder en forma organizada ante situaciones de emergencia dentro de ese grupo las iglesias de diversa índole retiraron un 27.2 por ciento (pag. 26) del total de la ayuda inventariada por el COEN, de tal manera que se convirtieron en el segundo grupo después del Gobierno en captar y distribuir ayuda. Respecto a la reacción internacional, esta fue altamente solidaria con la población afectada por el terremoto según informes de la Oficina de las Naciones Unidas para el Auxilio en Desastres (UNDRO), el monto de la ayuda internacional ascendió al equivalente de unos 12.5 millones de dólares (pag.27). En relación con los efectos económicos y sociales, para la CEPAL los daños fueron de gran consideración representando alrededor del 23 por ciento del PIB y más del 40 por ciento de la deuda externa la destrucción de capital productivo superó el 10 por ciento del acervo total del país (pag.28). Respecto a los antecedentes de mitigación y prevención, en la ciudad de San Salvador no se tomaron medidas para prevenir desastres por actividad sísmica. Se concluye que el aparato institucional relacionado con los desastres demostró no tener suficiente capacidad instalada para administrar el volumen de ayuda que fue enviada por la cooperación internacional, su distribución no fue eficiente, las disposiciones jurídicas implicaron distorsiones de diversa magnitud en la vida social, como por ejemplo la suspensión de los procesos judiciales pendientes las concepciones asociadas a los desastres denotan que para la mayoría de las personas no se puede hacer nada ante los desastres y finalmente que aunque se tiene un desarrollo en ingeniería sísmica, su aplicación en las construcciones en El Salvador es muy deficiente. SBR/SBR