Tratados Torrijos-Carter deben ser respetados: un país sin quinta frontera, aspiración soberana de Panamá /

La historia más dolorosa de Panamá se puede escribir a partir de la presencia norteamericana en suelo panameño desde el primer momento en que Panamá intentó dar sus primeros pasos como nación independiente quedó ligada a las disposiciones imperiales de Estados Unidos. Se agrega que con la posesión d...

Descripción completa

Guardado en:
Detalles Bibliográficos
Autor principal: Bermúdez Valencia, Teodoro
Formato: Texto
Materias:
Etiquetas: Agregar Etiqueta
Sin Etiquetas, Sea el primero en etiquetar este registro!
Descripción
Sumario:La historia más dolorosa de Panamá se puede escribir a partir de la presencia norteamericana en suelo panameño desde el primer momento en que Panamá intentó dar sus primeros pasos como nación independiente quedó ligada a las disposiciones imperiales de Estados Unidos. Se agrega que con la posesión de la ruta interoceánica se apoderaron de la soberanía, de la historia y alegrías del pueblo panameño. Esto ha hecho que varias generaciones de ciudadanos se sientan extraños en sus propias tierras. Con la firma del tratado Torrijos-Carter, los militares norteamericanos tienen como fecha límite el 31 de diciembre de 1999 para abandonar el suelo panameño. Pero Estados Unidos ha manifestado la intensión de mantenerse, al menos en dos de las diez bases militares que poseen en Panamá, pues considera que éstas son de vital importancia para sus intereses. Pero sin duda, el principal obstáculo que deben superar los sectores que se inclinan por la permanencia norteamericana en Panamá, es la determinación de buena parte de la sociedad panameña de hacer valer los acuerdos de 1977. Los defensores de la permanencia de Estados Unidos, señalan que el nacionalismo es un concepto trasnochado en este mundo de globalización en donde se han roto las fronteras y las barreras de todo tipo, ahora se debe pensar en la integración y en la conformación de bloques agregan que el mantener la presencia militar norteamericana, no les restará soberanía. La contraparte es la posición que asume Estados Unidos en su tierra con los latinoamericanos, que en vez de abrir sus puertas, puesto que se vive en un mundo globalizado y sin fronteras, decreta leyes para lanzarlos fuera y levanta muros para impedir nuevos ingresos. A criterio del autor, la mejor salida para el gobierno de Pérez Balladares es hacer respetar los acuerdos y no matar la ilusión de la gran mayoría de panameños que han luchado, sufrido, muerto y soñado con el día en que los norteamericanos dejen Panamá y se sientan verdaderamente como en casa. OB/LOB