Balance socio-laboral

El panorama socio-laboral salvadoreño ha mantenido como su principal característica durante el año 1995, la violencia y la indiferencia ante las exigencias de las agrupaciones socio-laborales. El endurecimiento de las posturas del gobierno y la radicalización consecuente en las políticas de los sind...

Descripción completa

Guardado en:
Detalles Bibliográficos
Formato: Texto
Materias:
Etiquetas: Agregar Etiqueta
Sin Etiquetas, Sea el primero en etiquetar este registro!
Descripción
Sumario:El panorama socio-laboral salvadoreño ha mantenido como su principal característica durante el año 1995, la violencia y la indiferencia ante las exigencias de las agrupaciones socio-laborales. El endurecimiento de las posturas del gobierno y la radicalización consecuente en las políticas de los sindicatos o el "vergonzoso abandono de los afiliados, pone al descubierto el desinterés por cualquier tipo de intención por velar por el desarrollo social de la mayoría de los salvadoreños. Es evidente que el intento de cada uno por salvar sus pertenencias e intereses está dejando lentamente que el resto de la nave se hunda". El horizonte para el próximo año de continuarse con la dinámica que se ha dado hasta ahora es desalentador, aunque no debe obviarse el papel positivo jugado por algunos sindicatos, políticos y defensores de los derechos humanos. Lo que interesa es que se mantenga la apertura hacia el diálogo, la crítica constructiva y lo más importante, un afán por servir honestamente al mejoramiento de las condiciones de vida de los ciudadanos. Solamente con acciones de este tipo se logrará salvar a El Salvador de la violencia que se ha dado en los últimos años. Si la situación laboral de los salvadoreños es clave para su bienestar económico y social, es menester prestar la atención debida al cumplimiento de las exigencias del Código de Trabajo y propiciar los espacios de apertura y diálogo para que los trabajadores puedan exponer sus demandas con la seguridad de ser escuchados. Se debe aclarar que modernización no implica necesariamente despidos ni tampoco privatización sino que debe significar desburocratización y efectividad y la buena aplicación del plan determinará en gran medida el futuro de las relaciones laborales entre los empleados públicos y el gobierno, esto bajo ninguna condición debe de olvidarse. OB/LOB