Crisis política y legitimidad /
Analiza la existencia de una crisis política, sus dimensiones, sus alcances y la relación que existe o se puede establecer entre ella y nuestra identidad como nación. Clus Offe habla de una crisis de dimensiones universales que tiene su origen en los países capitalistas desarrollados y que se caract...
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| Sumario: | Analiza la existencia de una crisis política, sus dimensiones, sus alcances y la relación que existe o se puede establecer entre ella y nuestra identidad como nación. Clus Offe habla de una crisis de dimensiones universales que tiene su origen en los países capitalistas desarrollados y que se caracteriza como una crisis de ingobernabilidad. Gramsci destaca que la crisis consiste en el hecho de que lo viejo está muriendo y lo nuevo no puede nacer los síntomas se expresan tanto en el terreno económico social, como en el político cultural tiene que ver con las crisis cíclicas o recurrentes de recesión e inflación, con el ocaso del "Estado de Bienestar" y otras secuelas. También tiene que ver con la crisis del modelo soviético y el derrumbe irreversible del campo socialista, así como los modelos de planificación centralizada y los reclamos por avanzar hacia nuevas formas de democracia participativa y hacia la descentralización y regionalización administrativas. El surgimiento de nuevos movimientos como los ecologistas o los movimientos feministas, entre los más significativos, son reveladores del colapso de un sistema cultural, de un modelo de vida y de producción, así como de un sistema de valores. Desde este punto de vista, se puede decir que la crisis adquiere dimensiones universales como resultado de un proceso de globalización que convierte al mundo en un solo sistema cada vez más integrado e independiente y que amenaza con barrer localismos, particularismos, tradiciones, viejas concepciones, el concepto de soberanía y hasta la propia identidad. Se debe ser capaz de afirmar la propia identidad frente al inevitable proceso de integración, defender los aspectos de cultura y las tradiciones políticas que han dado cuenta de la civilidad, de las tendencias democráticas predominantes históricamente, de la tradición educativa, etc. En su segunda parte, el documento orienta el análisis a las manifestaciones de la crisis y más específicamente al sistema de partidos. El autor hace referencia a lo escrito por el sociólogo Vega Carballo hace veinte años, de lo que se concluye que hay características de la crisis que han cambiado pero muchas se mantienen. Posteriormente reflexiona sobre el papel de los partidos políticos y los problemas sociales. HB/ALJ |
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