Demasiadas cosas a la vez: la teoría de la complejidad y los asuntos mundiales /
El autor comenta que los asuntos mundiales están saturados de una profunda incertidumbre desde el fin de la guerra fría. La rivalidad entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, con sus tensiones y tendencia a acabar en un holocausto nuclear, imponía una estabilidad comprensible, confiable y cons...
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Sumario: | El autor comenta que los asuntos mundiales están saturados de una profunda incertidumbre desde el fin de la guerra fría. La rivalidad entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, con sus tensiones y tendencia a acabar en un holocausto nuclear, imponía una estabilidad comprensible, confiable y constante al curso de los acontecimientos. El enemigo era conocido. Los desafíos estaban claros. Los peligros parecían obvios. Se podían calcular fácilmente las respuestas apropiadas. Pero Hoy en día ocurre todo lo contrario. Si hay enemigos que combatir, desafíos que enfrentar, peligros que evitar y respuestas que ejecutar no estamos nada seguros de cuáles son. Así que la incertidumbre es la norma y la aprensión el estado de ánimo. Se ha visto a la teoría de la complejidad como el instrumento adecuado para distinguir aquello que con herramientas tradicionales hoy es opaco sin embargo debería analizarse con cautela sus posibilidades reales de iluminar los actos humanos. En suma, están dadas todas las condiciones para que tarde o temprano se produzca una desilusión de la teoría de la complejidad: y es que a pesar de todos los progresos hay límites estrictos que restringen sus posibilidades de originar políticas concretas que disminuyan las incertidumbres de un mundo fragmentado. HMBQ/HMBQ |
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