Nuevos pobres /

La sustitución de materias primas, la disminución de la demanda en los principales mercados, y el incremento de la producción en países tradicionalmente importadores, provocaron una importante reducción en las áreas de cultivo de productos como el algodón, la caña de azúcar y el café. Para el caso d...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Gutiérrez Mendoza, Edgar S.
Formato: Texto
Lenguaje:Spanish
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Sumario:La sustitución de materias primas, la disminución de la demanda en los principales mercados, y el incremento de la producción en países tradicionalmente importadores, provocaron una importante reducción en las áreas de cultivo de productos como el algodón, la caña de azúcar y el café. Para el caso del algodón, el área de cultivo se redujo más de tres veces en el decenio de 1980 y el volumen de producción disminuyó de 3.5 millones de quintales a 1.5 millones en apenas tres años. En síntesis el número de trabajadores empleados temporal o permanentemente en las fincas agroexportadoras se redujo en un 46 por ciento entre 1980-1990, en tanto que los salarios medios reales cayeron un 71,2 por ciento. Mientras que se incorporaban anualmente unos 70.000 jóvenes, según estimaciones del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, por cada ocho personas que se incorporaron al mercado de trabajo solamente una pudo acceder al pleno empleo. Se incrementaron el subempleo y el desempleo abierto, mientras que la población en situación de pobreza y pobreza extrema creció en un 50 por ciento. Se estima que del ejército que pasó a engrosar la filas de estos nuevos pobres más de 400.000 son campesinos afectados de forma directa por el conflicto interno. Por otra parte, la aplicación a partir de 1986 de las políticas de ajuste estructural, tuvo un efecto negativo sobre la producción agrícola destinada al mercado interno. Además el precio de los costos se incrementó de forma increíble en el caso del maíz en tan solo dos años los precios crecieron en un 112 por ciento en el semimecanizado y un 123 por ciento en el mecanizado, mientras que para el frijol el incremnto fue de 116 por ciento. Ante un panorama tan incierto, se ha recurrido al sector informal de la economía, o sea, el empleo en actividades irregulares de escasa productividad y bajos ingresos, donde el papel de la mujer y de los niños es de gran importancia y por ello se explica el incremento de la participación femenina de un 12,5 por ciento en 1980 a un 25 por ciento a inicios de 1990. OB/LOB