Juventud latinoamericana: crisis, desafíos y esperanzas /
De 1950 a 1980, América Latina vivió una época de auge, modernización y crecimiento económico, pero al entrar a la década de 1980, las cosas cambiaron drásticamente. Se entró a una larga y polifacética crisis que aún actualmente se mantiene, de allí que a los años ochenta se le conozca como "la...
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Sumario: | De 1950 a 1980, América Latina vivió una época de auge, modernización y crecimiento económico, pero al entrar a la década de 1980, las cosas cambiaron drásticamente. Se entró a una larga y polifacética crisis que aún actualmente se mantiene, de allí que a los años ochenta se le conozca como "la década perdida". Analiza específicamente a la juventud de la región, afirmando que a ésta le ha tocado vivir dos hechos históricos importantes: la transformación estructural de las sociedades latinoamericanas y la crisis económica de los años 80. La juventud tiene un papel preponderante en ambos procesos, pero ante todo, resalta que la juventud latinoamericana es afectada por la exclusión y marginación a todos los niveles por parte de la sociedad. Luego enfatiza en los procesos de violencia y democracia y sus consecuencias para la juventud, pues son muchos los hechos violentos donde los jóvenes son los principales protagonistas, tanto como víctimas como ejecutores de dichas acciones. En la democracia, el joven ha tenido a su vez diversas actitudes, en contextos dictatoriales la participación ciudadana es mínima, por ejemplo: Chile con Pinochet, en las llamadas "nuevas democracias" en Argentina, Uruguay y Brasil, la participación es escasa. Durante los años 50 y 60, en las etapas de crecimiento económico y de modernización, las políticas para la juventud se centraron en dar verdaderas respuestas a los problemas de éstos, durante la crisis éstas se centraron en dar salida al problema del desempleo juvenil y a la apatía de los jóvenes frente a la política. En la década de 1990 es ncesario enfrentar un profundo proceso de pacificación regional, además de que debe impulsarse el pago de la deuda social, enfrentar el desafío científico-tecnológico, redefinir las políticas para la juventud, aprovechando la coyuntura propicia que se está dando para enfrentar con seguridad los retos del nuevo siglo. OB/MR |
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