Centroamérica: ¿hay futuro para los campesinos? /

El artículo estudia el sector campesino de América Central el cual busca nuevas formas de organizarse para democratizar la región y encontrar la manera de integrarse en el mercado mundial sin sufrir explotación. Ambos desafíos han sido asumidos por una serie de organizaciones que han viajado a Europ...

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Autor principal: Del Ser, Guiomar
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Sumario:El artículo estudia el sector campesino de América Central el cual busca nuevas formas de organizarse para democratizar la región y encontrar la manera de integrarse en el mercado mundial sin sufrir explotación. Ambos desafíos han sido asumidos por una serie de organizaciones que han viajado a Europa para exponer sus principios y políticas. El futuro para los campesinos centroamericanos es oscuro, excluídos de una actividad económica que gira alrededor de las grandes estructuras monopólicas de occidente. Sin embargo ¿cabe pensar en la viabilidad de una movilización conjunta que permita a los trabajadores del campo encontrar un lugar en el mundo económico sin ser explotados? El documento analiza el papel de la Asociación de Organizaciones Campesinas Centroamericanas para la Cooperación y el Desarrollo (ASOCODE). Su nacimiento se enmarca en el proceso de pacicificación de Centroamérica que, tras la conflictiva década de los ochenta, ha dado paso a un clima de relativa distensión social y política que necesita ser reafirmado y confirmado cada día. ASOCODE ha unificado los esfuerzos de un gran número de movimientos campesinos de toda Centroamérica que han hecho de su supervivencia un frente de lucha común. El campesinado de centroamérica representa un 52 por ciento de la población integra el bando de los desfavorecidos junto a grandes masas de población del Tercer Mundo con pocas posibilidades de acceso al trabajo y a una vida digna, afectadas por los enfrentamientos civiles, la pobreza y la explotación. El sistema de distribución de la tierra pone en manos de una minoría poderosa la mayor parte de las tierras cultivables y deja a un alto porcentaje de la población en situación de pobreza: 80 por ciento de toda Centroamérica, o de extrema miseria: 55 por ciento de la población pobre. El problema ahora radica en el uso de las tierras para la agricultura extensiva orientada a los mercados ricos y a la destrucción de las economías de subsistencia tradicionales, así como a la marginación del mercado laboral de una gran parte de los campesinos. HB/ALJ