El Largo viaje hacia Río /

En el año 1989 la Asamblea General de la ONU aprobó la celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD). Dicha conferencia debía celebrarse en Río de Janeiro en 1992, pero en estos dos años se dieron grandes cambios que alteraron la situación mundial, t...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Federovsky, Sergio
Formato: Texto
Lenguaje:Spanish
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Descripción
Sumario:En el año 1989 la Asamblea General de la ONU aprobó la celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD). Dicha conferencia debía celebrarse en Río de Janeiro en 1992, pero en estos dos años se dieron grandes cambios que alteraron la situación mundial, tales como la finalización del conflicto Este-Oeste, adquiriendo mucha más furza el Norte-Sur. Margarita Botero evaluó de manera positiva el camino hacia Río indicando que "por la convicción que se ha creado acerca de protección del ambiente y el desarrollo económico-social, son dos caras de la misma moneda". Sin embargo, la misma Botero enfatiza que es necesario un compromiso aún mayor de parte de los gobiernos. Posteriormente se procede a presentar un análisis sobre el informe del Club de Roma, en el que el mundo es visto como un gran platillo en el que sólo existe alimento para una cantidad limitada de personas. Luego, para la década de 1970 se aclara que el problema es de distribución no de agotamiento de las riquezas. Para 1988 se dio un flujo de recursos del Sur hacia el Norte de 40 mil millones de dólares como diferencia de los préstamos externos y el pago por el servicio de la deuda. Por otra parte, dentro de los temas que debieron ser incluídos en la agenda y no lo estuvieron se encuentran: la relación entre la pobreza y el medio ambiente y el impacto de los problemas ambientales sobre la salud de la población. Con respecto a la elaboración de la agenda se presentaron muchos problemas, pues se valoraba que se trataba de una agenda para el Norte y que el Sur no era tomado en cuenta. Los países cercanos al llamado agujero de ozono, asumieron la posición de que el Norte debería hacerse cargo de los daños qu causará este fenómeno sobre las personas y los animales de los países del Sur. Martin Khor ahonda en la necesidad de que la CNUMAD avance más allá "e identificar la riqueza como el principal destructor del medio ambiente". Es necesario concientizar a la población, señala Khor, sobre el peligro que corren los países pequeños en donde, por ganarse algún dinero, deciden importar residuos de los países desarrollados es urgente que se tome conciencia sobre la importancia de los recursos naturales. OB/ALJ
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