Deuda externa, narcotráfico y modelos de desarrollo en América Latina /
Se indica que el endeudamiento externo de América Latina, sin ser la causa de la crisis, pero sí su principal consecuencia, puede ser utilizado como palanca de unificación de los pueblos y de algunos gobiernos latinomericanos. Dicha unidad en la diversidad puede darse para plantear un desarrollo alt...
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Sumario: | Se indica que el endeudamiento externo de América Latina, sin ser la causa de la crisis, pero sí su principal consecuencia, puede ser utilizado como palanca de unificación de los pueblos y de algunos gobiernos latinomericanos. Dicha unidad en la diversidad puede darse para plantear un desarrollo alternativo basado en otra lógica económica, afirmando que la democracia reinserta internacionalemente a América Latina en mejores condiciones, promoviendo patrones de consumo propios, protegiendo los recursos naturales y fomentando una cultura de paz con justicia social para todos. Sobre la deuda externa, se pretende movilizar a la población latinoamericana para crear un movimiento popular de sindicatos de deudores que enfrente al de los acreedores el impulso al no pago de la deuda ilegal, condonación de la deuda inflada y moratoria selectiva de la deuda imposible de ser pagada en las condiciones pactadas, aprovechar la deuda para impulsar una gran campaña en torno a la democracia, desarrollo, derechos humanos, desarme y drogas. Se presenta una propuesta de desarrollo basada en una nueva lógica económica, una economía mixta, un nuevo estilo de democracia y un nuevo mercado. Una vez resuelto el problema de la deuda, impulsarán un modelo desde abajo, independiente y hacia adentro. Por otra parte, se indica que la única forma de combatir el narcotáfico es atacando las causas: el consumo norteño, la complicidad de banqueros y gobiernos con bandas de narcotraficantes. Las organizaciones campesinas de países como Perú y Bolivia tienen propuestas concretas sobre la sustitución de cultivos y sobre el uso tradicional e industrial de la hoja de coca que ellos producen. Estas organizaciones sospechan que la llamada guerra contra las drogas, impulsada por Estados Unidos, es una respuesta a la baja del precio de la cocaína y a la competencia de bancas colombianas, así como una cortina de humo para impulsar la guerra de baja intensidad contra las organizaciones populares latinoamericanas que luchan por la paz y la justicia social. OB/ALJ |
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