Interdependencia y desarrollo /
Las relaciones externas de poder o la economía internacional ha experimentado y todavía transitan por transformaciones que alteran de raíz los órdenes políticos y económicos del planeta. Al mismo tiempo han tomado cuerpo dilemas apremiantes que afectan a todo el género humano, modifican el modo de p...
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Sumario: | Las relaciones externas de poder o la economía internacional ha experimentado y todavía transitan por transformaciones que alteran de raíz los órdenes políticos y económicos del planeta. Al mismo tiempo han tomado cuerpo dilemas apremiantes que afectan a todo el género humano, modifican el modo de percibir los problemas y exigen alteraciones en la selección de metas e instrumentos para resolverlos. El mundo vive una época de rupturas espectaculares -la perestroika y la glasnost y su secuela de efectos constituyen un caso ilustrativo- o la acumulación de pequeños cambios que de pronto ganan la masa crítica suficiente para provocar metamorfosis profundas en las instituciones y el paisaje internacional y sobre todo sobre el modo de concebir la construcción del futuro. El resquebrajamiento del imperio soviético y la declinación del liderazgo económico de Estados Unidos han gestado vacíos de poder que entorpecen la tarea de remodelar el orden internacional en tanto no se recompongan a fondo las relaciones políticas y económicas. Desde el decenio de los ochenta la carga de los acomodos macroeconómicos se ha puesto casi exclusivamente sobre las naciones en desarrollo. Además, baja o se estanca la ayuda al tercer mundo y se multiplican las expresiones para unificar políticas so pena de ser marginados de la comunidad económica de naciones. Japón es quizá la nación industrializada que mejor se ha preparado para afrontar el siglo XXI. Con todo, su condición básica de superviviencia, le exige un sistema abierto de mercados y formas cooperativas de asociación, especialmente con Estados Unidos y la Cuenca del Caribe. Europa podría formar un bloque poderoso, si logra afirmar su unidad económica y avanzar hacia la unificación política. Actualmente se observan algunas tendencias universales. tales como la demografía, la ecología y la tecnología. Desde el llamado de atención del Club de Roma sobre la finitud de los recursos mundiales y la depreciación de la ecología perpetrada en nombre del desarrollo civilizador, el fantasma malthusiano ha reaparecido con poderes magnificados. Finalmente, entre otras cosas, se apunta que los mercados económicos y financieros del mundo están día con día más integrados y la políticas nacionales son cada vez más interdependientes, esto es, menos autónomas. HB/ALJ |
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