Población y empleo en América Latina /
Se parte de la siguiente premisa: la situación de empleo en América Latina está determinada por la capacidad de sus economías para generar empleo para su población en edad de trabajar. En ese sentido, el autor considera importante destacar cuáles son las características de la dinámica demográfica qu...
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| Sumario: | Se parte de la siguiente premisa: la situación de empleo en América Latina está determinada por la capacidad de sus economías para generar empleo para su población en edad de trabajar. En ese sentido, el autor considera importante destacar cuáles son las características de la dinámica demográfica que inciden sobre el volumen y crecimiento de la población en esa edad, por un lado y, por otro, cuáles son las condiciones económicas que determinan dicha capacidad y a la vez influyen sobre las decisiones de las personas por participar en la actividad económica (fuerza de trabajo). En el documento, la oferta y la demanda de trabajo se consideran determinados por importantes factores estructurales que, en gran medida, colocan los problemas de empleo entre las prioridades de las agendas de política eocnómica en los países de la región. A. Uthoff afirma que, por el lado de la oferta de trabajo, las etapas de la transición demográfica en que se encuentran la mayoría de las poblaciones de América Latina, garantizan que en la próxima década el crecimiento de la población en edad de trabajar será aún elevado, y se dará en un contexto de relaciones de dependencia demográfica aún elevadas, con la consecuente obligación de invertir no sólo en actividades generadoras de empleo, sino también en la formación de la juventud y en la previsión de los ancianos. En constraste con ésto, las crisis de balanza de pagos se manifiestan en importantes limitaciones al crecimiento económico, producto de la crisis de la deuda y el carácter estructuralmente dependiente de estas economías con el exterior, frenando la actividad económica generadora de oportunidades de empleo. De esta forma, el énfasis de la política económica deberá colocarse en la solución simultánea del desequilibrio externo y los problemas de empleo y pobreza que, a su vez, al influir sobre los determinantes de la dinámica demográfica, influyen sobre la manifestación de la transición demográfica. En definitiva, conceptúa el autor, los problemas de población y empleo debieran incluirse en las negociaciones con los organismos internacionales y bilaterales, como elementos importantes de diagnósticos para decidir sobre las estrategias de ajuste estructural. MB/MR |
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