La migración mexicana y el debate en Estados Unidos: a la sombra del Tea Party /

En los últimos años, la migración de mexicanos a estados Unidos ha ocupado un creciente espacio mediático que ha ido cristalizando una serie de prejuicios y mitos. Esas imágenes fortalecieron propuestas políticas antiinmigración, como el Tea Party, que alentaron una serie de medidas represivas. La i...

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Autor principal: Heredia Zubieta, Carlos
Formato: Texto
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Sumario:En los últimos años, la migración de mexicanos a estados Unidos ha ocupado un creciente espacio mediático que ha ido cristalizando una serie de prejuicios y mitos. Esas imágenes fortalecieron propuestas políticas antiinmigración, como el Tea Party, que alentaron una serie de medidas represivas. La información empírica refuta la idea de que menos migración es igual a mayor prosperidad para países como EEUU y permite valorar el aporte de los inmigrantes al bienestar y el desarrollo de la sociedad que los acoge. Se retoma la historia y situación actual de los mexicanos en EEUU. Luego, se caracteriza la población migrante según su estado de origen y se presenta el perfil del migrante mexicano. Se plantean los diez mitos sobre la migración en EEUU, con sus datos correspondientes. Uno de los apartados abarca el movimiento político Tea Party, explicando sus acciones en general y en el plano migratorio, los debates que han surgido, los argumentos en su contra y la posición de los empresarios. Se enumeran diez impactos favorables sobre la economía de EEUU de una política migratoria incluyente. Se concluye que para entender el fenómeno migratorio resulta esencial comprender las razones económicas y sociales que lo originan. La migración se basa en realidades económicas y políticas de EEUU, de México y de los países centroamericanos y caribeños. Es el resultado del precario desarrollo económico y social en las comunidades de origen de los migrantes y de la ausencia de políticas de largo plazo para revertir la pobreza y la desigualdad, por ello, la migración no puede abordarse desde el enfoque unilateral de los países receptores; tiene que enfrentarse en el marco del análisis económico y laboral. No puede abordarse exclusivamente como un tema de compensación social.