Derechos humanos para todas y para todos /

En cualquier sociedad deben prevalecer los derechos de igualdad y de libertad éstos deben ser requisitos a cumplirse dentro de la doctrina de los derechos humanos. Pero desgraciadamente, en la mayoría de las sociedades latinoamericanas y centroamericanas, como la costarricense, la dignidad, la igua...

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Autor principal: Odio Benito, Elizabeth
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Sumario:En cualquier sociedad deben prevalecer los derechos de igualdad y de libertad éstos deben ser requisitos a cumplirse dentro de la doctrina de los derechos humanos. Pero desgraciadamente, en la mayoría de las sociedades latinoamericanas y centroamericanas, como la costarricense, la dignidad, la igualdad, el respeto a los valores esenciales de las personas son objeto de atropello y violación dicha realidad se torna dramática cuando se trata de mujeres y de niñas y niños. Se ahonda en un ordenamiento jurídico respetuoso de los derechos humanos en el caso de Costa Rica, el Estado vela por la vigencia de lo derechos individuales, los derechos políticos y económicos de los ciudadanos, pero no se admite abiertamente la obligación del Estado de intervenir cuando la violación de esos derechos se da en el campo de la vida privada, en la esfera de la familia en este ámbito son vistos más como delitos comunes y no como violaciones a los derechos humanos y, desgraciadamente, es precisamente en ese ambiente en donde las mujeres, niñas y niños sufren los peores maltratos, abusos y violaciones. El ambiente familiar que se supone debería de ser de tranquilidad, felicidad, de convivio, en muchos hogares se transforma en un verdadero infierno. Esto se comprueba fácilmente con la lectura de las noticias de los diversos medios informativos que diariamente publican la agresiones sufridas por mujeres en manos de esposos o desconocidos o por los niños, quienes son maltratados, violados por familiares y hasta asesinados. Se concluye indicando que se necesitan leyes que castiguen a los culpables, programas que prevengan la violencia y que ayuden a las víctimas se debe educar a los niños y niñas para que exista un verdadero respecto por los sexos, a fin de evitar el drama que se vive día a día en Costa Rica. OB/ALJ