Costa Rica: fuegos electorales y estancamiento económico /

De cara a la campaña electoral de 1998, la situación de Costa Rica provoca algunas interrogantes, tanto desde el punto de vista económico como político. Se estima que en el plano económico la situación es de total estancamiento, para el año de 1996, las estadísticas señalan cero estancamiento (0,5)...

Descripción completa

Guardado en:
Detalles Bibliográficos
Autor principal: Rojas Bolaños, Manuel
Formato: Texto
Materias:
Etiquetas: Agregar Etiqueta
Sin Etiquetas, Sea el primero en etiquetar este registro!
Descripción
Sumario:De cara a la campaña electoral de 1998, la situación de Costa Rica provoca algunas interrogantes, tanto desde el punto de vista económico como político. Se estima que en el plano económico la situación es de total estancamiento, para el año de 1996, las estadísticas señalan cero estancamiento (0,5) con respecto a 1995, el cual a su vez había sido deficiente. A su vez el déficit fiscal creció nuevamente para colocarse cerca del 4 por ciento del producto interno bruto (PIB), esto sobre un panorama de fondo que ofrece una elevada deuda interna estimada en el 23 por ciento del PIB. Si a ello se le suma el saldo de la deuda externa del gobierno central, así con la deuda interna y externa del Banco Central y la que tiene el propio gobierno con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), por concepto de cuotas patronales no cubiertas, el porcentaje de endeudamiento llega al 50 por ciento del PIB. Seguidamente se habla de privatización la cual se presenta como la panacea para todos los males, con ello se pretende privatizar al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), la CCSS que por más de medio siglo han sido controladas por el Estado. Finalmente se habla de la situación política, donde la sociedad civil demuestra en las encuestas realizadas una total apatía hacia el futuro proceso electoral, se muestra un gran descontento y el número de indecisos es mayor al de campañas electorales anteriores, según una encuesta de la empresa Borges y Asociados, un 35 por ciento de los entrevistados no votarán y de este grupo un 62 por ciento afirmaron que no cambiarán de opinión, de esto se deduce un rechazo hacia los partidos mayoritarios, lo que a su vez viene a ser un nuevo fenómeno en la política costarricense. LOB/LOB