LA CONTRACULTURA COMO PROTESTA: REBELDÍA Y SUMISIÓN

La sociedad es cultura, de la misma forma que el océano es el agua o la atmósfera el aire. El océano no es solamente agua, hay en él muchas otras cosas, pero cualquiera de ellas puede faltar, mientras que si falta el agua no es océano. En la atmósfera hay un infinito número de otros objetos, pero si...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Camacho Monge, Daniel
Formato: Online
Lenguaje:spa
Publicado: Universidad de Costa Rica 2018
Materias:
Acceso en línea:https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/sociales/article/view/35042
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Descripción
Sumario:La sociedad es cultura, de la misma forma que el océano es el agua o la atmósfera el aire. El océano no es solamente agua, hay en él muchas otras cosas, pero cualquiera de ellas puede faltar, mientras que si falta el agua no es océano. En la atmósfera hay un infinito número de otros objetos, pero sin aire sería cualquier cosa menos atmósfera. Igualmente, sociedad no es sinónimo de cultura, pero la cultura está en todos sus resquicios. En la sociedad no hay fenómeno, dinámica, acción, o realidad de cualquier tipo en la cual la cultura no sea su indefectible fundamento. La cultura es una realidad compleja que se transforma sin cesar y dentro de ella hay una permanente y a veces violenta lucha, porque no es única ni unívoca sino contradictoria y variada. Por lo general, en la sociedad hay una cultura dominante, que normalmente coincide con aquello que es eficaz para los sectores que ostentan el poder social. No obstante, coexisten manifestaciones culturales contestatarias y cuestionadoras. Por profundoque sea el control social de los poderosos, siempre hay culturas en rebeldía, a las que se ha dado en llamar contraculturas. Por medio de ellas se manifiesta la inconformidad y el malestar de los sectores dominados.En la Sección Central de esta entrega de la Revista de Ciencias Sociales, se han incluido seis artículos que ilustran lo anteriormente dicho. Dos de ellos, Briceño sobre la música hip hop y Fernández sobre los desaparecidos de Ayotzinapa, se refieren a importantísimas manifestaciones contraculturales, la primera en el campo de las artes y la segunda en el de la política. Los otros cuatro se ocupan de dinámicas de control de la contracultura y de fortalecimiento de la cultura dominante: Osorio y Tinoco-García sobre jóvenes definidos desde el poder como antisociales, Calderón sobre el aplastamiento de los derechos de las mujeresen las iglesias pentecostales, Concha y Alfaro sobre los buenos modales alimenticios dentro de una institución bancaria y Restrepo sobre la enseñanza de una versión dominante de la historia patria.