Diálogo social
miniaturadeimagen|comunicación, consulta y negociación entre gobiernos, empleadores y sindicatos Se entiende por el diálogo social en sentido estricto, las relaciones de comunicación, consulta y negociación entre gobiernos, empleadores y sindicatos sobre cuestiones de interés común.En sentido amplio el término "diálogo social" se utiliza para referirse a un tipo de relaciones horizontales entre el Estado y las organizaciones de la sociedad civil (empresas, sindicatos, asociaciones, grupos, comunidades, etc.) con el fin de abordar conjuntamente los problemas sociales y contribuir a elaborar soluciones fundadas en el consenso.
También se entiende el término diálogo social como el género referido a todas las acciones de relación horizontal, bilateral, trilateral o multilateral, entre los actores sociales incluido el Estado. En este sentido, por ejemplo, la concertación social alude al diálogo social tripartito entre el gobierno, los empleadores y los sindicatos, mientras que negociación colectiva denomina el diálogo social bipartito entre empleadores y trabajadores.
Estas acepciones adolecen del mismo enfoque que el despotismo ilustrado. Cuando se habla de democracia hay que distinguir entre legitimidad de origen y legitimidad de ejercicion. La perversión de la democracia ha llegado a tal extremo, que se denomina "diálogo social" a los acuerdos que toman entidades como partidos o sindicatos cuya representatividad es ya virtual, con arreglo, sobre todo, a criterios de conveniencia sectaria. En dicho "diálogo" no es ya que no participen los ciudadanos, a través de los mecanismos correspondientes (consultas, referendums, etc.); es que no participan en absoluto, y en determinadas instancias hasta se trata de impedir la consulta por todos los medios (cuando ésta debería ser sagrada, por mucho que pudiera "atentar" contra supuestos más o menos absolutos, como la "estabilidad" o la "unidad de destino en lo universal", o llámese como se quiera). Como consecuencia, se considera "actores sociales" exclusivamente a dichas entidades, pero no a los ciudadanos. Y esto no es solamente una consecuencia de que somos muchos; es una consecuencia directa de la voluntad de las élites económicas de imponer sus criterios al resto. proporcionado por Wikipedia